miércoles, 17 de junio de 2015

Pavlovas de Limón y Nata



Esta mañana he preparado un Plumcake, y me han sobrado 4 claras de huevo. Pensando en las cosas que podría hacer con ellas al final, con lo golosa que soy, he decidido que haría un merengue. Pero entonces me he dicho: ¿Y si preparo una Pavlova? Y enseguida me he puesto manos a la obra.

La Pavlova es un postre elaborado con merengue crujiente, por fuera y cremoso por dentro y frutos rojos. La verdad es que no está muy clara si esta receta es original de Nueva Zelanda o de Australia, puesto que ambos se disputan su invención, lo que sí está claro es que se creó en honor a la bailarina de ballet Anna Pávlova durante una de sus giras por estos países.

Hay infinidad de versiones pero yo he decidido rellenarlas con la Crema de Limón que preparamos hace unos días. De esta manera tenemos un bocado lleno de contrates, entre el sabor tan dulce del merengue y el toque cítrico y ácido de la Crema de Limón. Lo habitual es utilizar todo el merengue para hacer un único postre pero hoy hemos preferido hacerlas más pequeñas, de tamaño individual, así quedan perfectas si solo quieres un par de bocaditos.


Pavlovas de Limón y Nata

Ingredientes
4 claras de huevo
230 gr azúcar
1 cucharada fécula de maíz
colorante rojo (opcional)





Para el relleno:
Crema de Limón 
Nata Montada


Elaboración de las Pavlovas de Limón y Nata

Lo primero que vamos a hacer es precalentar el horno a 180º, dejando la rejilla en la zona central, mientras vamos preparando el merengue.

En un bol, incorporamos las claras de huevo y cuando hayan levantado un poco, vamos añadiendo el azúcar poco a poco hasta conseguir el merengue, tardaremos entre 5 y 10 minutos en conseguir que, al levantar las varillas, queden picos firmes. Añadimos entonces la fécula de maíz poco a poco para que quede bien repartida por todo el merengue. El colorante es opcional, yo hoy he querido hacerlas de color rosa, así que con una gotita de colorante rojo es suficiente para conseguir este color.

Colocamos papel de horno sobre la placa. Para hacer los nidos de tamaño individual, metemos el merengue en una manga pastelera, con la boquilla que más nos guste, y vamos haciendo la forma. Si queréis que todas salgan del mismo tamaño podéis dibujar, en el papel de horno, unos círculos del diámetro que queráis por la parte de abajo.

Bajamos la temperatura del horno a 120º y metemos las Pavlovas. El único inconveniente que tiene este postre es que, al tener que hornearse a tan baja temperatura para evitar que quede un tono tostado, tarda de hora y media a dos horas para que el merengue se haga bien.

Cuando las Pavlovas están listas, las sacamos del horno y las dejamos sobre la placa. Transcurridos unos 10 minutos, las ponemos sobre una rejilla a terminar de enfriar.

Rellenamos, utilizando una cucharita, con la Crema de Limón  y rematamos con nata montada. Para terminar la decoración he puesto unas hojitas de menta. En un principio su función era simplemente decorativa, pero si la incorporáis en el bocado le da un toque especial. Guardaremos en la nevera hasta el momento de servirlas.

Estas Pavlovas son perfectas para empezar el verano, quedan muy monas y además han dejado a mi familia con la boca abierta. Espero que os animéis a prepararlas.

Os las recomiendo!!!



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