lunes, 29 de junio de 2015

Mermelada de Cerezas



Llega el verano y con él las frutas típicas de temporada que no podemos encontrar el resto del año. Ahora mismo las cerezas inundan los mercados con su brillante color y se convierten en la fruta favorita de todos, pero por poco tiempo, ya que solo podemos disfrutar de ellas unas pocas semanas.

Hoy vamos a hacer mermelada de Cerezas, así podremos disfrutar de esta fruta el resto del año. Si queremos una mermelada de cerezas que realmente sepa a cereza, tiene que ser casera, ya que los fabricantes de mermeladas acostumbran a utilizar cantidades exageradas de azúcar que lo único que consiguen es eliminar el sabor de la cereza. Además en tandas más pequeñas conseguimos reducir el tiempo de cocción y así mantenemos el auténtico sabor de la cereza en la mermelada.

En cuanto a sus propiedades…



Las cerezas están llenas de antioxidantes que ayudan a reducir y prevenir enfermedades cardíacas y cáncer, a reducir la inflamación y los síntomas de la artritis y la gota y a regular los ciclos de sueño del cuerpo. Sus propiedades antioxidantes capaces de neutralizar los radicales libres que son los principales responsables de la aparición de muchas enfermedades degenerativas como el Alzheimer. 

Se ha considerado desde siempre como una de las mejores frutas para depurar el organismo y liberarlo de toxinas.

Muy aconsejadas para el dolor de tendones y músculos que sufren, por sobrecarga, los corredores y atletas tras los entrenamientos. Además son excelente fuente de beta-caroteno (esencial para el organismo) y ricas en vitaminas C, E, potasio, magnesio, ácido fólico y también fuente de fibra que es importante para la salud digestiva.

Al contrario de la opinión popular, las cerezas no engordan ya que su contenido en azúcar no es elevado. Además mejoran la piel, las uñas y el cabello, y ayudan a combatir la celulitis y los síntomas de la menopausia.

Como podéis ver son una maravilla no solo por sus propiedades médicas sino también estéticas. Así que os animo a preparar esta receta en casa o también podéis comprarla a Sasha Dulces que la hace riquísima.


Mermelada de Cerezas

Ingredientes


1 kg de cerezas
400 gr azúcar
zumo de un limón grande








Elaboración de la Mermelada de Cerezas

Lo primero que haremos es lavar bien las cerezas, les quitamos el rabito y las deshuesamos.
Ponemos las cerezas limpias y deshuesadas en un cazo, añadimos el azúcar y el zumo de limón, removemos bien y dejamos macerar unas dos horas para que las cerezas saquen todo su jugo.

La cantidad de azúcar puede variar según los gustos pero, puesto que este ingrediente es básico para su conservación, cuanta menor sea la cantidad de azúcar, menos tiempo se conservará la mermelada.

Cocemos las cerezas, a fuego lento, y dejamos reducir el jugo que han soltado hasta que  la mermelada resultante haya reducido aproximadamente ¾ su volumen inicial. La cereza es una fruta con un nivel de pectina bajo, por lo que no llega a espesar como otras mermeladas. A mí me gusta que quede así, pero si os gusta más espesa podéis añadir la piel de una manzana y retirarla antes del envasado. Y si queréis que no se aprecien los trozos de cereza, podéis triturarla.

Mientras se cuecen las cerezas podemos esterilizar los tarros de cristal y sus tapas. Los meteremos en una olla a cocer en agua hirviendo unos 10 – 15 minutos. Al hervir el agua, los tarros chocan contra el fondo de la olla, un truco para solucionar esto es colocar un trapo de cocina en el fondo de la olla para amortiguar el golpe. Después los sacamos y los dejamos secar sobre un paño seco y limpio antes de introducir la mermelada.

Vertemos la mermelada en los frascos, ya esterilizados, cerramos al máximo y los ponemos boca abajo hasta que se enfríe por completo, por lo menos 12 horas boca abajo. Al meter la mermelada muy caliente en los tarros, con este proceso lo que conseguimos es que se conserve al vacío y así aguante más tiempo.


El resultado es una mermelada casera con un sabor y textura increíble y que mantiene el genuino sabor de la cereza. Os va a encantar.

miércoles, 17 de junio de 2015

Pavlovas de Limón y Nata



Esta mañana he preparado un Plumcake, y me han sobrado 4 claras de huevo. Pensando en las cosas que podría hacer con ellas al final, con lo golosa que soy, he decidido que haría un merengue. Pero entonces me he dicho: ¿Y si preparo una Pavlova? Y enseguida me he puesto manos a la obra.

La Pavlova es un postre elaborado con merengue crujiente, por fuera y cremoso por dentro y frutos rojos. La verdad es que no está muy clara si esta receta es original de Nueva Zelanda o de Australia, puesto que ambos se disputan su invención, lo que sí está claro es que se creó en honor a la bailarina de ballet Anna Pávlova durante una de sus giras por estos países.

Hay infinidad de versiones pero yo he decidido rellenarlas con la Crema de Limón que preparamos hace unos días. De esta manera tenemos un bocado lleno de contrates, entre el sabor tan dulce del merengue y el toque cítrico y ácido de la Crema de Limón. Lo habitual es utilizar todo el merengue para hacer un único postre pero hoy hemos preferido hacerlas más pequeñas, de tamaño individual, así quedan perfectas si solo quieres un par de bocaditos.


Pavlovas de Limón y Nata

Ingredientes
4 claras de huevo
230 gr azúcar
1 cucharada fécula de maíz
colorante rojo (opcional)





Para el relleno:
Crema de Limón 
Nata Montada


Elaboración de las Pavlovas de Limón y Nata

Lo primero que vamos a hacer es precalentar el horno a 180º, dejando la rejilla en la zona central, mientras vamos preparando el merengue.

En un bol, incorporamos las claras de huevo y cuando hayan levantado un poco, vamos añadiendo el azúcar poco a poco hasta conseguir el merengue, tardaremos entre 5 y 10 minutos en conseguir que, al levantar las varillas, queden picos firmes. Añadimos entonces la fécula de maíz poco a poco para que quede bien repartida por todo el merengue. El colorante es opcional, yo hoy he querido hacerlas de color rosa, así que con una gotita de colorante rojo es suficiente para conseguir este color.

Colocamos papel de horno sobre la placa. Para hacer los nidos de tamaño individual, metemos el merengue en una manga pastelera, con la boquilla que más nos guste, y vamos haciendo la forma. Si queréis que todas salgan del mismo tamaño podéis dibujar, en el papel de horno, unos círculos del diámetro que queráis por la parte de abajo.

Bajamos la temperatura del horno a 120º y metemos las Pavlovas. El único inconveniente que tiene este postre es que, al tener que hornearse a tan baja temperatura para evitar que quede un tono tostado, tarda de hora y media a dos horas para que el merengue se haga bien.

Cuando las Pavlovas están listas, las sacamos del horno y las dejamos sobre la placa. Transcurridos unos 10 minutos, las ponemos sobre una rejilla a terminar de enfriar.

Rellenamos, utilizando una cucharita, con la Crema de Limón  y rematamos con nata montada. Para terminar la decoración he puesto unas hojitas de menta. En un principio su función era simplemente decorativa, pero si la incorporáis en el bocado le da un toque especial. Guardaremos en la nevera hasta el momento de servirlas.

Estas Pavlovas son perfectas para empezar el verano, quedan muy monas y además han dejado a mi familia con la boca abierta. Espero que os animéis a prepararlas.

Os las recomiendo!!!



viernes, 5 de junio de 2015

Crema de Limón



Esta Crema de Limón Inglesa (Lemon Curd) es suave pero con un intenso sabor cítrico. En Gran Bretaña se utilizaba tradicionalmente como cobertura de los bizcochos que se tomaban con el té.
Hoy sin embargo tiene gran variedad de usos. Se utiliza como relleno de bollos, muffins, cupcakes y tartas, e incluso untado en tostadas o galletas. Es una alternativa a las mermeladas aunque esta crema no es tan duradera, como mucho dos semanas en la nevera.


Crema de Limón Inglesa


Ingredientes

3 huevos
150 g azúcar
80 ml zumo de limón recién exprimido
56 g mantequilla sin sal (temperatura ambiente)
Ralladura de un limón (4 g)





Elaboración de la Crema de Limón


Después de exprimir el zumo, lo colamos para eliminar la pulpa.

En un recipiente de acero inoxidable incorporamos los huevos, el azúcar y el zumo de limón. Lo batimos bien y metemos el cuenco en una cazuela al baño maría, removiendo constantemente para evitar que quede grumoso hasta que la crema quede espesa. Esto llevará unos 10 minutos.

Apartamos el recipiente del fuego y añadimos la mantequilla cortada en cubitos poco a poco hasta que se haya derretido por completo y quede bien integrada en la crema. Añadimos la ralladura de limón y dejamos enfriar.

Cubrimos toda la superficie con papel film para que el aire no seque la crema y refrigeramos. Puede aguantar en la nevera una o dos semanas pero no es conveniente conservarlo más tiempo.

Yo no he podido evitar probarla sin esperar a que se enfriara. Buenísima.